El maquillaje hace la diferencia entre
un rostro radiante y otro sin vida (opaco). Es lo que le da color e iluminación
a la cara y ayuda a sentirse segura, positiva y
atractiva. Si se aplica correctamente, tiene la facultad de definir, destacar y
realzar la belleza personal. En la actualidad, gracias a los colores, fórmulas
y técnicas, el maquillaje nos permite crear una imagen personal y moderada que
refleja nuestro estilo de vida y nuestro estado de ánimo. Nunca antes se habían
tenido al alcance de nuestras manos tantas opciones y
oportunidades para sentimos psicológicamente más positivas.
Se dice que el maquillaje tiene un efecto
psicológico sobre la persona que lo usa, porque según los estudios realizados por psicólogos reconocidos, el maquillaje realza la autoestima y el sentido de la dignidad propia.
Una mujer que se maquilla tiene más confianza en sí misma,
sufre de menos ansiedad, no le teme a la interacción social, es más positiva en su trato con los demás está satisfecha con su apariencia, es más sociable y tiene un 12% exactamente más de posibilidades de triunfar en todo su contorno.
Aunque nos cueste creerlo, el maquillaje no solo tiene efecto positivo
en las personas que nos admiran. También tiene un efecto positivo y fuerte en nosotras mismas. Recordemos las veces que hemos tenido ocasiones de maquillamos, es indudable que efectivamente,
nos hemos sentido mejor en cuanto a la imagen que proyectamos
y esto lógicamente, nos ha hecho
sentir mas seguras.
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